SÓLO PARA TUS OJOS
Presupuesto, sólido fundamento del créditoPor Miguel Tijerina Schon*, BURÓ DE CRÉDITO
El crédito es un valioso instrumento para alcanzar tus metas económicas. Por eso es importante desarrollar algunas habilidades que te permitan aprovechar al máximo sus ventajas y mantener bajo control sus riesgos.
La principal habilidad para hacer un buen manejo de tus créditos es la elaboración de un presupuesto personal. Ésta es la clave para mantener el control de tus ingresos, evitar gastos innecesarios y enfocar tus recursos en lo verdaderamente importante para ti.
A algunas personas les parece que hacer un presupuesto es una complicación innecesaria, mientras que otros consideran que no lo requieren porque llevan el control de sus cuentas y de su dinero en la mente. Ésta es la principal trampa que se debe vencer, pues elaborar un presupuesto escrito y mantenerse apegado a él es una de las características que distinguen a quienes tienen buenas finanzas personales y un historial crediticio sano. Tomarse una hora cada mes para calcular a detalle tus ingresos y la forma más conveniente de gastarlos puede ayudarte a ahorrar mucho dinero. Además, si estás pensando en pedir un crédito, un presupuesto te ayudará a tener siempre disponibles los recursos para cumplir puntualmente con los pagos y así fortalecer tu historial crediticio a fin de tener mayores oportunidades de obtener nuevos financiamientos.
El primer paso para elaborar un buen presupuesto es establecer el total de tus ingresos de cada mes. En este punto hay que incluir los ingresos ordinarios, como sueldos o rentas, y los ingresos extraordinarios, como tandas, reparto de utilidades o aguinaldo.
Ya que se tiene listo el total de los recursos de que dispondrás en el mes, el primer punto que se debe cubrir es el ahorro. Aparta una cantidad (idealmente sería al menos 10% de tus ingresos mensuales) aunque sea pequeña, a fin de ir conformando una base sólida de ahorro o contar con recursos disponibles en caso de alguna emergencia.
Así es, el ahorro no debe conformarse con "lo que sobra", sino que debe ser un rubro fundamental de todo presupuesto.
El siguiente paso es asignar recursos para asegurar que tus gastos principales (renta, transporte, luz, educación) queden cubiertos. Uno de los primeros elementos que se deben cubrir es el pago de los créditos. Una vez que tus gastos prioritarios han quedado resueltos, puedes asignar recursos a proyectos importantes o a actividades como el esparcimiento.
Tener un presupuesto bien definido por escrito te ayuda también como referencia para hacer evidente cuando se está cayendo en un gasto innecesario que puede desequilibrar tus finanzas personales. De este modo, se cuenta con un apoyo para mantenerte firme en tus objetivos económicos.
De modo que: ¡a presupuestar!